¿Qué es el Staking?
El concepto de staking se refiere al proceso mediante el cual un participante bloquea tokens o activos virtuales para respaldar las operaciones de una red blockchain. Este proceso cumple varios objetivos: verificar transacciones, fortalecer la seguridad de la red y, por lo general, generar recompensas como incentivo por dicha participación.
En redes que utilizan mecanismos de consenso basados en Prueba de Participación (Proof-of-Stake o PoS), la capacidad de un participante para validar transacciones y agregar bloques está generalmente vinculada a la cantidad de tokens bloqueados, aunque factores como el tiempo de bloqueo o reglas específicas del protocolo también pueden influir.
Conoce cómo el Staking se verá modificado con la actualización Pectra.
Tipos de Participación en el staking
Dependiendo de la red blockchain, el staking puede adoptar diferentes formas:
Participación directa: En mecanismos de Prueba de Participación (Proof-of-Stake), los participantes actúan como validadores de transacciones, lo que implica responsabilidad directa en la seguridad y operación de la red.
Delegación de Staking: En redes que utilizan Prueba de Participación Delegada (Delegated Proof-of-Stake o DPoS), los usuarios delegan sus activos a terceros (conocidos como validadores o testigos), quienes llevan a cabo las tareas de validación en su nombre.
Staking en protocolos DeFi
Desde otra perspectiva, el staking también puede involucrar la participación en protocolos de Finanzas Descentralizadas (DeFi). En este caso, los usuarios bloquean sus activos en contratos inteligentes (smart contracts) para contribuir a la funcionalidad del protocolo, como la provisión de liquidez en exchanges descentralizados. A cambio, reciben recompensas, que pueden incluir tokens de gobernanza u otros incentivos económicos. Por ejemplo, un exchange descentralizado puede recompensar a los proveedores de liquidez que bloquean sus activos con tokens que les otorgan derechos de votación dentro del protocolo.
Beneficios del staking
Generar ingresos pasivos: Permite obtener rendimientos sin la necesidad de realizar actividades activas como el trading.
Fortalecer la seguridad de la red: Los participantes ayudan a garantizar la estabilidad y la resistencia frente a ataques.
Participación en la gobernanza: En ciertas plataformas, los usuarios que realizan staking pueden participar en decisiones relacionadas con la evolución del protocolo.
Acceso a nuevas oportunidades: Los tokens de recompensa obtenidos a través del staking pueden tener utilidad adicional, como comercio o reinversión.
Riesgos del Staking
Riesgo de pérdida: A diferencia de los depósitos bancarios, los activos bloqueados no están protegidos por fondos de seguro gubernamentales.
Volatilidad del mercado: El valor de los activos bloqueados puede disminuir debido a la alta volatilidad típica de los mercados de criptomonedas.
Riesgo de fraude o hacking: Las plataformas o contratos inteligentes utilizados para staking pueden ser vulnerables a ataques.
Slashing: En redes PoS, los validadores que actúan de manera deshonesta o fallan en cumplir con sus responsabilidades pueden sufrir sanciones (slashing), lo que resulta en la pérdida parcial o total de los tokens bloqueados.
¿Cómo está regulado el Staking?
El staking ha evolucionado más allá de su propósito técnico como mecanismo de consenso. Hoy en día, no solo asegura redes blockchain, sino que también es un componente clave en las finanzas descentralizadas y una herramienta de inversión para usuarios de todo el mundo. Sin embargo, su rápido crecimiento y adopción han planteado desafíos regulatorios significativos a nivel global.
Desde la clasificación de las recompensas obtenidas por staking hasta la protección de los derechos de los participantes, los reguladores enfrentan un delicado equilibrio entre fomentar la innovación tecnológica y garantizar la seguridad financiera. Las interpretaciones varían drásticamente según las jurisdicciones, desde enfoques permisivos que priorizan el desarrollo de la industria, hasta regulaciones estrictas que buscan mitigar riesgos relacionados con el fraude, la volatilidad y la seguridad del consumidor.
De hecho, una de las normativas más recientes en materia de criptoactivos, como lo es MiCA en la Unión Europea (Markets in Cryptoassets) no contiene disposiciones específicas que prohíban o regulen el staking. No obstante, procesos como el Staking-as-a-Service o StaaS, donde un proveedor especializado administra los aspectos técnicos del staking en nombre de sus clientes, podría implicar la custodia de criptoactivos, lo que vincula a dichos proveedores con las disposiciones de MiCA sobre custodia y administración de activos.
Desde una perspectiva fiscal, son pocas las autoridades que se han pronunciado sobre el staking. La autoridad tributaria de los Estados Unidos de Norteamérica, el Internal Revenue Service (“IRS”), emitió en el 2023 ciertas reglas (Rev.Rul. 2023-14) para determinar cuándo es que considera que el contribuyente tiene un ingreso derivado de su participación en esquemas o programas de staking. El texto determina, entre otras cosas, que:
Si un contribuyente utiliza el método contable de efectivo y realiza staking, las recompensas recibidas en forma de unidades adicionales de criptomonedas deben incluirse como ingresos brutos.
El ingreso se calcula según el valor de mercado justo (Fair Market Value) de las recompensas en el momento en que el contribuyente obtiene dominio y control sobre dichas unidades; es decir, cuando puede venderlas, intercambiarlas o disponer de ellas.
Desde una perspectiva financiera o bursátil, la Securities & Exchange Commission ("SEC") en los Estados Unidos ha iniciado acciones legales en contra de actores del ecosistema DeFi que ofrecen rendimientos derivados de esquemas de staking. Concretamente, el 28 de junio de 2024, la SEC presentó una demanda en contra de Consensys Software, Inc., la empresa que administra la plataforma MetaMask, ante un tribunal de distrito de Nueva York, afirmando que Metamask viola las leyes bursátiles por la supuesta operación como un corredor no registrado y la oferta y venta de valores no registrados.
En México, dependiendo de su configuración, los esquemas o programas de staking pueden ser ofrecidos por operadores con custodia o sin custodia de activos virtuales. Por lo anterior, tratándose de servicios de staking con custodia, se debe analizar si se actualiza la actividad vulnerable que establece la legislación antilavado. Además, es importante analizar que el esquema de staking no actualice una operación regulada por las autoridades financieras mexicanas, como pudiera suceder con las ofertas públicas de valores o la captación irregular de recursos.